En
esta última entrada del blog, tan solo quiero reflejar algunas de mis
impresiones sobre la última actividad de clase, dedicada a la dinámica
de simulación, y sobre la asignatura en general.
En
cuanto a las simulaciones realizadas en clase sobre conflictos
familiares y sus resoluciones, solo puedo expresar la admiración que me
han causado todos mis compañeros. Todos han planteado en clase
cuestiones muy complejas que hemos visto a lo largo de la asignatura
(problemas de comunicación entre padres e hijos; modelos parentales
autoritarios, indiferentes y democráticos; casos de violencia de género;
problemas a los que se enfrentan determinados modelos de familia, como
la homoparental; entre muchos otros). Estas cuestiones y otras han sido
plasmadas de un modo original y creativo, sabiendo introducir diferentes
puntos de vista y ofreciendos soluciones muy variadas para los
conflictos que querían reflejar en sus interpretaciones. Creo que hemos
aprendido con todos los casos tratados, sin por ello renunciar a una
sesión divertida de clase.
Respecto
a la asignatura, me gustaría señalar que, si bien mis expectativas
iniciales no eran muy altas, cada día de clase era una prueba de que me
equivocaba. El conjunto de la asignatura me ha parecido interesantísimo y
muy valioso para nuestra formación como docentes. Yo, que vengo de
Filología Hispánica, una rama de estudio completamente distinta, he
aprendido cosas que jamás fueron planteadas en mis clases. Sin duda, con
lo que más he disfrutado ha sido con la posibilidada de trasladar a mi
vida personal muchas de las cuestiones tratadas en clase, principalmente
los modelos de familia y los tipos de comunicación familiar. Creo que
en eso reside el gran valor de esta asignatura: no solo son 6 créditos
más para configurar el plan de estudios del máster, sino que nos sirve
para mejorar como personas en muchas facetas (como alumnos, como
docentes, como hijos, como padres, etc.).
No hay comentarios:
Publicar un comentario